jueves, 21 de febrero de 2019


Existe gran evidencia científica acerca de los beneficios de la actividad física sobre la salud, entre ellos numerosos estudios confirman que la actividad física está asociada con un riesgo menor de presentar algunos tipos de cáncer y en pacientes ya diagnosticados con cáncer se ha demostrado que la realización de actividad física reduce los efectos secundarios de la medicación.
Por ello la prescripción de ejercicio debe incluirse dentro de las necesidades terapéuticas –tanto de adultos como de niños con cáncer– como un medio de prevención y tratamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Es primavera y los alumnos de sexto de primaria lo saben.

 Orientación con códigos QR